La noticia de la televisión digital ha comenzado a esparcirse por los medios, y los países están tomando posiciones al respecto de qué sistema elegirán. En la Argentina, y de momento, ninguno de los mencionados tiene preferencias por parte del Gobierno Nacional. Afortunadamente, el Ministro Julio de Vido (Planificación Federal) anunció que no hay apuro en la materia, lo cual descartaría, en principio, una decisión apresurada. A nivel internacional, el sistema japonés ISDB-T se impone holgadamente en aspectos técnicos y en beneficios para los usuarios o clientes potenciales por la calidad y gratuidad de los servicios que ofrecerá.
En la Argentina, el Gobierno Federal ha comenzado lentamente a evaluar cada uno de los sistemas en cuanto a lo técnico. Por fortuna, el Ministro Julio de Vido -a cargo del Ministerio de Infraestructura y Planificación- ha aclarado que la Administración no tiene "apuro" por seleccionar uno de los sistemas y que la cuestión "es principalmente política".
El análisis del Ministro es correcto, aunque sólo en parte. Si bien el lobby político que se espera por parte de estadounidenses y europeos será violento -no se espera lo mismo del Japón, pues su diplomacia sigue otros caminos-, no es menos cierto que los beneficiados de los aspectos técnicos del sistema elegido serán, en definitiva, los propios ciudadanos argentinos. Poco hay de político en esto.
No obstante, corresponde aplaudir a De Vido por su decisión de no apresurar la elección del sistema. Para el presente caso, no habría nada peor que seleccionar una de las alternativas en forma súbita y sin el correspondiente análisis. Esto podría traer consecuencias imprevistas para el país en años venideros, pues las posibilidades técnicas y comerciales serán muy significativas.
Pero la política siempre juega un factor fundamental. Chile, por ejemplo, ya ha seleccionado el sistema estadounidense ATSC, principalmente debido a su política exterior y relaciones comerciales, que tradicionalmente se han alineado a Estados Unidos. Brasil, por su parte, ha optado por el sistema japonés. Japón tiene lazos culturales y económicos muy sólidos con el tradicional rival regional de la Argentina, y tales relaciones han sido un factor de peso.
Ahora bien, al respecto del análisis de cada sistema de televisión digital, es interesante comentar que, en círculos técnicos internacionales, el sistema japonés ISDB-T viene imponiéndose en forma notoria con respecto a sus competidores.
El presidente de la filial argentina de la compañía japonesa NEC, Carlos Martinangeli se ocupó de destacar los aspectos favorables del sistema ISDB-T, comenzando por destacar el hecho de que las normas europeas y americanas contemplan cobrar el servicio de televisión digital que proveerán, mientras que la norma japonesa no lo hará.
La televisión digital implica, en la práctica, no solo calidad e imagen óptimas para el televidente -idéntica calidad a la del DVD- sino que las señales de aire pasarán a ser 20 en lugar de las cinco existentes. El fin de la TV analógica está pautado para el año 2010.
Uno de los aspectos más interesantes de la norma ISDB-T de Japón es que permitirá la recepción gratuita de contenidos televisivos en teléfonos celulares, por ejemplo. Los consumidores argentinos -furiosos con el servicio paupérrimo que reciben de Movistar, CTI y Personal- no deberán abonar ni un centavo para recibir estas señales en sus teléfonos. Aunque, claro está, los aparatos deberán contar con ciertas especificaciones.
Ahora bien, la señal de TV digital no sólo podrá ser recepcionada desde televisores y celulares, sino también por computadoras de escritorio o notebooks, grabadoras de DVD, televisores para automóviles y handhelds.
ISDB-T ofrecerá a los usuarios imágenes y sonido de alta calidad, servicios de programación múltiple en 6 megahertz, servicio de TV para el teléfono celular a cualquier hora y en cualquier parte del mundo que el usuario esté -las normas europea y americana no ofrecen este servicio-, televisión interactiva y búsqueda sencilla de información sobre la programación, al tiempo que se destaca la estabilidad en la recepción desde aparatos móviles.
Para fines de 2006, hay una gran variedad de aparatos receptores que podrán comenzar a recibir señales digitales. Teléfonos celulares, handhelds, notebooks y otros receptores de las marcas KDDI, Pixera, NTT Docomo, NEC, Vodaphone, Matsushita, Toshiba, Logitec y Nintendo destacan en el mercado, en cuanto a la función de recepción.
Brasil -que, como ya dijimos, adoptó el sistema japonés- ha sido uno de los países que ha conducido las pruebas más exigentes y sofisticadas a la hora de comparar los sistemas en cuestión. Las pruebas se realizaron entre 1999 y principios del año 2000, y fueron llevadas a cabo en un instituto privado por parte de la ABERT -siglas para la Asociación Brasileña de Emisoras de Radio y Televisión-. El estudio testeó la performance de cada sistema, en un ambiente controlado y con la generación planificada de interferencias bajo condiciones múltiples para recepción y transmisión. Las pruebas de campo se llevaron a cabo en Sao Paulo, y se incluyeron tests de cobertura al aire libre, recepción dentro de edificios y recepción desde aparatos móbiles.
Los resultados más directos pueden resumirse de la siguiente manera : se concluyó que el sistema americano ATSC resultó inadecuado para Brasil, debido principalmente a deficiencias notorias en cuanto recepción móvil, según mediciones de laboratorio y de campo. Ni siquiera se adaptó a las ventajas geográficas que se atribuían al sistema, derivadas de las características propias de la ciudad de Sao Paulo. Por el contrario, las normas japonesa y europea se desempeñaron con gran efectividad en áreas pobladas, que a la postre serán las beneficiadas con el servicio de TV digital.
Los resultados del paper técnico terminan por destacar con suma notoriedad las ventajas y el desempeño o performance que alcanzó la norma japonesa. Reza el informe "El sistema ISDB-T presenta la mejor performance en cuanto a recepción dentro de edificios, tiene notables ventajas en recepción móvil bajo condiciones de ruido y es mucho más flexible que los otros sistemas". La superioridad del sistema, en definitiva, se basa en su versatilidad, flexibilidad y la capacidad técnica comprobada para una recepción confiable y de alta calidad. En este sentido, observa demasiadas ventajas con respecto a la norma europea, y obviamente la americana, que tuvo el peor desempeño. Los resultados de este estudio pueden leerse en inglés en la siguiente dirección URL :
http://www.nhk.or.jp/strl/publica/bt/en/to0005-1.html -copiar y pegar en su navegador-.
El sistema japonés ISDB-T destaca principalmente por la tecnología de avanzada utilizada para la eliminación de interferencias y la suavización de imagen con fantasma; por la posibilidad que dará a los usuarios de recibir señal de TV digital en sus teléfonos celulares; por los sistemas aplicados para la recepción óptima en todo tipo de dispositivos móviles; y finalmente, por la posibilidad que se brindará a los consumidores de navegar en forma gratuita por Internet desde sus dispositivos. En este sentido, tampoco será necesario contratar servicios de Internet o email con la compañía de celulares y, llegado el caso, para las compañías tradicionales de Internet. Precisamente debido a esta gama de factores, se espera un lobby poderoso no tanto proveniente desde los gobiernos extranjeros, sino por parte de empresas argentinas como Fibertel y Cablevisión -Grupo Clarín- a los efectos de seguir contando con su mercado cautivo, mercados que la adopción de la norma japonesa quitaría de los planes de marketing de las compañías locales, pues sus clientes ya no pagarían por esos servicios.
Pero ciertamente deberíamos hacer una pausa para no alimentar demasiado las expectativas de los lectores. Dadas las características monopólicas estructurales que desde siempre ha exhibido el mercado argentino -situación desde ya alimentada por la política local-, la adopción de la norma japonesa será en extremo difícil.
No obstante, la Administración Kirchner tiene una oportunidad histórica para provocar un quiebre no solo en el atraso tecnológico de la Argentina a nivel técnico, sino a nivel mercado. Se vuelve imperativa una decisión política que proceda a alimentar un espíritu de mayor competencia en nuestro país. La adopción del sistema japonés ISDB-T puede ser una gran iniciativa en este sentido.
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